TERMINANDO CON LAS POSTERGACIONES AHORA MISMO
A continuación, un aporte enviado por Marcela Castro, absolutamente ad-hoc:
¿Te encuentras tú en la categoría de los que postergan todo?
Si eres como la mayoría de la gente, la respuesta es sí. Pero es muy posible también que preferirías no vivir con la ansiedad que produce el postergamiento de las cosas. Puede que te des cuenta de que estás postergando muchas cosas que quieres hacer, y sin embargo por algún motivo, simplemente sigues suspendiendo la acción. Este asunto de las dilaciones es una de las facetas más cansadoras de la vida. Si te cuentas entre los casos graves de los que padecen este mal, seguro que no pasa un día sin que te digas a ti mismo: "Yo sé que tendría que hacer eso o aquello y no lo hago, pero ya me llegará el momento". Tu zona errónea de "postergación" es de las más difíciles de achacar a las fuerzas externas. Es toda tuya, tanto la postergación en sí como la incomodidad que esta te produce.
La postergación es "El arte de estar al día con el ayer y de evitar el hoy".
Existen, por supuesto, grados de postergación. Es posible demorar las cosas hasta un punto, y luego terminar el trabajo justo antes de la última fecha posible.
Esta es una forma muy común de autoengaño. Si te permites a ti mismo un tiempo mínimo absoluto para hacer un trabajo, podrás justificar los resultados mediocres o inferiores a lo mejor que puedes hacer, diciéndote "Simplemente no tuve tiempo suficiente"
Pero nosotros sabemos que si tenemos tiempo suficiente, " la gente ocupada siempre logra hacer las cosas".
Si eres como la mayoría de la gente, la respuesta es sí. Pero es muy posible también que preferirías no vivir con la ansiedad que produce el postergamiento de las cosas. Puede que te des cuenta de que estás postergando muchas cosas que quieres hacer, y sin embargo por algún motivo, simplemente sigues suspendiendo la acción. Este asunto de las dilaciones es una de las facetas más cansadoras de la vida. Si te cuentas entre los casos graves de los que padecen este mal, seguro que no pasa un día sin que te digas a ti mismo: "Yo sé que tendría que hacer eso o aquello y no lo hago, pero ya me llegará el momento". Tu zona errónea de "postergación" es de las más difíciles de achacar a las fuerzas externas. Es toda tuya, tanto la postergación en sí como la incomodidad que esta te produce.
La postergación es "El arte de estar al día con el ayer y de evitar el hoy".
Existen, por supuesto, grados de postergación. Es posible demorar las cosas hasta un punto, y luego terminar el trabajo justo antes de la última fecha posible.
Esta es una forma muy común de autoengaño. Si te permites a ti mismo un tiempo mínimo absoluto para hacer un trabajo, podrás justificar los resultados mediocres o inferiores a lo mejor que puedes hacer, diciéndote "Simplemente no tuve tiempo suficiente"
Pero nosotros sabemos que si tenemos tiempo suficiente, " la gente ocupada siempre logra hacer las cosas".


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